Las cosas que me vienen hoy a la
mente tienen que ver con el pensamiento a cerca del pensamiento: es decir, con
el “metalenguaje” (tranquil@s, no me pondré muy trascendente). No reflexionamos
suficientemente a cerca de lo que pensamos. Incluso no pensamos sobre los
pensamientos que están ocultos tras lo que hacemos. Y así nos va (me va). Bueno,
pues ya lo dije en el título de la entrada: soy una irreflexiva. Algunas veces me
doy cuenta y algunas otras intento cambiarlo reflexionando un poco más. Por
cierto, que no estoy segura de que el amor y la pasión sean diferente cosa.
"Amor mío, amor mío.
Y la palabra suena en el vacío. Y se está solo".
Vicente Aleixandre.
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viernes, 23 de diciembre de 2011
jueves, 15 de diciembre de 2011
Ángeles
Hoy, en casa de una amiga, ella me ha
echado las cartas de los ángeles. Ha sido muy curioso, porque lo que ha salido
me cuadraba perfectamente. Y digo yo: será que esas frases siempre cuadran, porque son abiertas, pero...
es que la frase era muy pertinente para mi circunstancia. Y entonces me digo
también: ¿es que las frases de aliento llegan siempre en el momento más
oportuno? Sea como sea, me ha dado un momento de sosiego y un empujón de
confianza. Da lo mismo si me adivinó algo o no. Sólo por hacerme pensar de
manera positiva, merecen la pena las cartas de los ángeles.
Muchas gracias a mi amiga.
lunes, 5 de diciembre de 2011
Hoy es hoy
Pues pensaba hoy sobre lo que me faltaba para estar alegre, para disfrutar de una de las personas a las que amo. Y se asomó el pensamiento del deseo. Creo que quiero juntar el amor y el deseo. Y no tengo sosiego porque no se juntan. Y lo llevo muy mal. Me entristece sin remedio verlo a mi lado sin poder compartir caricias, besos y todos esos pequeños grandes gozos. Y cuando yo me entristezco, él lo nota y me rechaza. Y es un círculo vicioso del que no sé salir.
Voy adentrándome cada vez más en mí. Cada vez sé dar (y darme) menos explicaciones. Cada vez callo más. Cada vez soy menos simpática, menos agradable. Cada vez me alejo más de las personas, en especial de las personas a las que quiero. Y lo noto y no me gusta. Y creo que mi amargura es dolor antiguo aún no compartido.
sábado, 3 de diciembre de 2011
Todo empieza
Necesito liberar. Necesito sacar todo tipo de pensamientos. De los más
importantes, hasta los más inútiles, pasando por los más irreales. Me siento
perdida dentro de este mundo de seres humanos que se relacionan y dejan de
relacionarse, se enamoran, sienten, lloran y ríen. Quizás sea una locura,
quizás no; pero necesito intentar resolver mi vida, encontrarme a mí misma y
sentirme a gusto en este difícil mundo. Por eso quiero, por eso voy a empezar a
escribir.
Necesito contar las cosas que
pienso, las cosas que siento. Necesito sentirme oída y escuchada, comprendida,
aprehendida. Esto viene de hace ya mucho tiempo, cuando ni mi nombre era mío. Ahora
las cosas han cambiado, ya no soy aquella persona. Sé que no soy mejor
(probablemente nunca fui buena), pero tampoco peor, ni mucho menos igual.
Quiero explicar lo que hago día a día, enseñar mis reflexiones y dejar que los demás vean que no son extraños, que son personas iguales a cualquiera. Quiero explicar mis puntos de vista y escuchar los de los demás. Eso pretendo aquí. Yo no tuve a nadie porque no tenía ojos para ver. Sé que si alguien te ayuda a abrirlos, el camino correcto es mucho más nítido. Esto es lo que he aprendido de aquellos años. Más adelante, si me atrevo, contaré lo que pasó.
Quiero explicar lo que hago día a día, enseñar mis reflexiones y dejar que los demás vean que no son extraños, que son personas iguales a cualquiera. Quiero explicar mis puntos de vista y escuchar los de los demás. Eso pretendo aquí. Yo no tuve a nadie porque no tenía ojos para ver. Sé que si alguien te ayuda a abrirlos, el camino correcto es mucho más nítido. Esto es lo que he aprendido de aquellos años. Más adelante, si me atrevo, contaré lo que pasó.
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