"Amor mío, amor mío.

Y la palabra suena en el vacío. Y se está solo".

Vicente Aleixandre.

Seguidores

jueves, 28 de junio de 2012

Date una oportunidad


Con esta vida tan ajetreada que estamos viviendo, donde el tiempo que tenemos no es suficiente y el tráfico a veces (o siempre) desquicia, o simplemente las obras en las calles acaban por desesperarte, es fácil que no hayas tenido oportunidad durante meses de poder darte un espacio para ti.

Imagínate que te des la oportunidad de una tarde, una sola tarde, en la que puedas disfrutar de dos horas en exclusiva para ti. Ponte unos vaqueros cómodos, aunque en realidad no importa mucho como te vistas, la cosa es que estés lo más cómoda posible, Vete a un jardín o una plaza del centro, escoge un banco debajo de un árbol desde donde poder observar el panorama...

De verdad date esa oportunidad de sentir lo que por falta de tiempo has dejado de hacer.

jueves, 14 de junio de 2012

Un abrazo


Si efectivamente eso es lo que nos hace falta darnos un abrazo de despedida en donde cada uno pueda sentir la fragilidad y el estremecimiento de cada uno de nuestros cuerpos, ese es el punto. En un abrazo puedes decir y sentir tantas cosas, en las cuales no son necesarias las palabras, la energía que emana de la unión de los dos hace que todo sea mágico, es como querer proporcionarle a la persona la mejor de las suertes en su nueva vida.... Hoy por la mañana me dijeron, no estés triste, recuerda que tú eres la fuerte. ¿Yo la fuerte? ¡Nooo!, Es lo que menos soy. Hoy simplemente siento que ya no está.

Sé que un abrazo me ayudaría a liberar las tensiones del saber que ya no está, que un abrazo me ayudaría a poder desearle la mejor de las suertes, que un abrazo me ayudaría a recordarle que estoy aquí por si algún día me necesita, que un abrazo nos ayudaría a decirnos: gracias por todos los momentos vividos, que un abrazo nos ayudaría a decirnos lo mucho que aún nos queremos.

En fin que un abrazo suyo…

sábado, 9 de junio de 2012

Entre paredes



¿Será verdad que en cada uno de los rincones de una casa se puedan quedar los recuerdos más importantes de una relación? No estoy segura de poder explicarme, pero he escuchado que cada una de las paredes que son testigos de la vida de las personas que las habitan, pueden mantener esos recuerdos, no sé,  risas, lagrimas, momentos de júbilo o desesperación.

Si es así que carga más pesada llegarán a tener, habrá forma de liberarlas, o será mejor mantenerlas así…

sábado, 2 de junio de 2012

Compañero


Cada segundo marcado por el reloj lo he vivido con constancia y desafíos impuestos por mi gusto de ser siempre auto exigente, y es así como había avanzado sin perder el paso hasta ahora a lo largo del camino. Ha sido así como me he transformado en una mujer que sin dejar de sentir lo intenso de cada momento se acostumbró a que estos suelen ir depositando confianzas y reforzando los sentidos.

En esta ocasión se presentó una de aquellas ocasiones en que no me era fácil de comprender el por qué o para qué de una prueba que me pusiera cuesta arriba las ilusiones, pero la vida se presentaba ante mi con dos alternativas: o me dejaba vencer o me levantaba alzando la mirada y la voz para pedir una mano con urgencia y sin miramientos. Ahí estaba yo, desde esta distancia cercana que me había creado; aprendiendo a sostenerme fuertemente de la mano de quién se supone siempre había estado a mi lado, y comprender que sea como sea, en lo bueno y en lo malo, habría de estar también para aliviar mi carga y sustentar con amor uno de mis fracasos...

Cegada yo, y lúcido él, se volvió mi ángel, en cierto modo por obligación de mi parte, de manera que cada día y de diversas formas me comenzó a esclarecer el mundo para dejarme ver cómo es. Atento, claro, dispuesto y honesto, él era de repente, la conjugación de mis sueños y mis realidades. Una vida con un presente sólido e ineludible, pudiendo detenerme así, en aquello significativo que llegaba con su propia inquietud de compañero errante, de tal manera que no dejarme ningún segundo sola era su compromiso.

Y entonces, la sensatez retornada a mi mundo, me muestra cómo es que él es esa vida irrepetible que llega para ser vivida con orgullo y humildad, por qué sin saber cómo, es capaz de lograr de mí entrega y apoyo, y sin mediar permiso alguno, hace en consecuencia lo que es el verdadero amor. Cómo ha hecho lo contrario cuando le he pedido que se marche y lo acepto. Cómo es que ha dictado sentencia con prudencia y generosidad, hasta el punto de que no sé hacer otra cosa que agradecer a los dioses y a la vida su presencia, por qué sigo sin entender hasta donde llega el amor disfrazado de caricia que me sutura las heridas, con la simple condición de estar a mi lado en este momento de mi vida. Por qué sin él, la batalla seguramente la hubiese perdido... 

Nada más puedo decir.